Diseño de un centro de dermatología y estética en un antiguo departamento de Barrio Norte.
Se reformuló la distribución y funcionalización de los espacios, accediendo por un hall distribuidor, ubicando la recepción del centro enfrentada al acceso, distribuyendo la espera de los pacientes en todo el centro, y subdividiendo consultorios para optimizar el espacio de atención al máximo posible.
Asimismo, se propuso un cambio estético y de equipamiento general del centro, modificando las materialidades, la iluminación, los colores y las texturas, lo cual le brindó al espacio una identidad propia de la marca.
Fue un desafío pensar la ejecución del proyecto, ya que la premisa era que el centro no podía cerrar para las reformas. Así es como se pensó una ejecución por etapas.